I. EL ORIGEN Y EL PROFETA




Retened mi origen entre vuestras piernas
Mientras la calidez extraña os recorre la cara


¿Fuiste tú quien habló de vírgenes en el paraíso?
Si, yo Profeta entre ateos.
Porqué el nuevo orden que yo entrego
es la sangre que eterna reposa entre sus sexos
ellas nos esperan entre ríos de vino
ellas, las huríes[i], esperan en el paraíso
sin más espera que el de nuestro placer
recorriendo nuestro orgasmo

¿Y por qué tanta guerra si sólo buscas placer?
sin la espada esperando a la muerte
ninguna piel merece ser tocada
Yo, que soy Profeta y amante
quiero a la guerra más que a mi propia espada
porqué sin ella no podría retener el origen entre mis piernas.

¿Y qué es el origen?
te respondo como Profeta de los hombres
el origen es la ligereza de la pesadez
es la delicadeza de retirar dos caminos cerrados
es la tensión extasiada del agua erosionando la tierra
el origen es tu pérdida y tu herida
es tu encuentro y tu cicatriz
Y es en ella que el origen se vuelve carne
Pero mejor temerla
porqué sin origen, hasta el Profeta se vuelve infantil
y el mundo, oscuro y hostil.



[i] Mujeres vírgenes que según el ideario musulmán se encuentran en el paraíso esperando a los musulmanes.

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