Retened
mi origen entre vuestras piernas
Mientras
la calidez extraña os recorre la cara
¿Fuiste tú quien habló de vírgenes en el
paraíso?
Si, yo Profeta entre ateos.
Porqué el nuevo orden que yo entrego
es la sangre que eterna reposa entre sus
sexos
ellas nos esperan entre ríos de vino
ellas, las huríes[i],
esperan en el paraíso
sin más espera que el de nuestro placer
recorriendo nuestro orgasmo
¿Y por qué tanta guerra si sólo buscas
placer?
sin la espada esperando a la muerte
ninguna piel merece ser tocada
Yo, que soy Profeta y amante
quiero a la guerra más que a mi propia
espada
porqué sin ella no podría retener el
origen entre mis piernas.
¿Y qué es el origen?
te respondo como Profeta de los hombres
el origen es la ligereza de la pesadez
es la delicadeza de retirar dos caminos
cerrados
es la tensión extasiada del agua
erosionando la tierra
el origen es tu pérdida y tu herida
es tu encuentro y tu cicatriz
Y es en ella que el origen se vuelve carne
Pero mejor temerla
porqué sin origen, hasta el Profeta se
vuelve infantil
y el mundo, oscuro y hostil.
[i] Mujeres vírgenes que según el ideario musulmán se encuentran en el
paraíso esperando a los musulmanes.
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