Tengo en mi piel una deuda,
"sálvame de mi mismo".
Anudo mi voz, pero busco mi canto
"sálvame de mi mismo".
Pido con las manos llenas de carne de mi carne,
pero soy un esclavo sin dueño
un vagabundo sin tierra
un hombre sin belleza.
"Sálvame de mi mismo".
Mi sombra me hace sombra
¿cómo ser Profeta si no dejo de ser padre?
Mi Mensaje es el Universo
pero mi pago me atenaza sin tregua
Mi Hogar es la Umma [1],
pero mi prole me retiene con fuerza.
"Salvame de mi mismo"
porque la locura del que quiere ser grande
es más mortifera del que vive sabiendose ridículo
"Te salvaré de tí mismo"
me dijiste en primavera
y fuiste mi faro sin que el amor nos colmara
fuiste mi peaje para rendirme a la guerra.
Quise hacer de tu ternura un lugar para ascender
y entonces las palabras descendieron solas sobre mí
como el primer baño de un recién nacido.
"Te salvaré de tí mismo"
y mi fulgor estuvo lleno de fuerza,
contigo devine guerreo de profecía
contigo me exspue al mundo que apenas me quería.
Y quizás,
porque la espada reinaba por encima del lecho
mis versos de amor no acudían a mi boca para tí
mi piel estaba intacta de la tuya,
mi pasión estaba herida de muerte.
Pronuncié de nuevo mi juramento con el índice
mis gestos de invocación, mis duelos de muerte
dentro de mí un órgano moría
una sangre retrocedía,
un gemido nunca salía.
"Sálvame de mí"
mientras todo se escribe con fuego,
mi vientre se abrasa en el hielo.
[1] Umma, traducido generalmente como "Comunidad de creyentes" alude al vínculo transnacional que se crea entre las personas musulmanas y que vá más allá de cualquier identidad étnica, poniendo en el centro el juramento del Islam basado en la unicidad de Dios.
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